A merced siempre del hombre, ya sea el padre indiferente, el hermano despótico o el marido cruel, las mujeres árabes, sea cual sea su condición social, sufren diariamente la violación sistemática de los derechos humanos.
La historia de Sultana, valioso testimonio acerca de una sociedad que no ha cambiado desde hace mil años, quiere ser sobre todo una llamada de auxilio y un grito de rebelión.

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